top of page
Buscar
  • Foto del escritorEncuentro HumanPsicología

GUÍA PARA SUPERAR EL IMPACTO EMOCIONAL DEL CORONAVIRUS (Pilar Jericó, marzo 2020)


Para afrontar el problema con una mentalidad positiva, necesitamos conocer las etapas y las emociones a las que nos vamos a enfrentar.

1. Llamada: “Hay un virus en China”. Ese fue el comienzo. Toda llamada a la aventura puede ser de dos tipos, como dice paradójicamente la medicina tradicional china: llamada del cielo, cuando es algo deseado, o llamada del trueno, cuando no lo buscamos y rompe nuestros esquemas. El coronavirus pertenece a las llamadas del trueno para la mayor parte de los mortales. Pocos esperaban que sucediera.

2. Negación: “Esto no va a ocurrir aquí”. Se trata de la más difícil asimilar. Nunca creemos que nos vaya a afectar a nosotros. Nos llenamos de excusas, como: “China está muy lejos” o “solo es una gripe más”, y nos olvidamos de las evidencias: de que el mundo está globalizado, incluso hasta para las enfermedades, o que estas pueden resultar tan contagiosas que pueden colapsar el propio sistema. Cuando nos damos cuenta de que sí nos puede afectar, podemos desarrollar: la ira o la rabia. Nos enfadamos con el sistema, con la falta de medidas que toman las autoridades, con los eventos deportivos, etc. El enfado hay que pasarlo, tengamos razón o no. Si nos quedamos en esta fase, desaprovecharemos la oportunidad de aprendizaje que existe ante cualquier crisis.

3. Miedo: “¿Qué nos va a pasar?” Esta es la emoción más profunda y paralizante que existe. Hay un miedo sano, que es la prudencia, que nos obliga a protegernos y a quedarnos en casa. Y existe otro, el miedo tóxico, que nos lleva a la histeria colectiva, a las compras compulsivas o a no dormir por las noches. El miedo es otra fase que tenemos que transitar rápidamente. Es inútil dejarse vencer por la emoción, que en muchas ocasiones llega a ser más contagiosa que la propia enfermedad. Posiblemente, porque nos daña profundamente y nos vacía de la posibilidad de afrontar la crisis desde la mentalidad positiva del cambio, el sentido común y la fuerza.

4. Travesía por el desierto: “Estoy triste y soy vulnerable”. Ya no hay miedo ni rabia, solo desazón y tristeza. Estamos abatidos por las cifras de enfermos y fallecidos, conocemos personas afectadas o lo estamos nosotros mismos. Es un momento de aceptación pura de la realidad. En la crisis del coronavirus, la travesía por el desierto hay que afrontarla. La mentalidad positiva sin tocar el desierto es falsa y temporal.. La buena noticia es que los desiertos también se abandonan.

5. Nuevos hábitos y confianza. Una vez aceptada la realidad comienzan los nuevos hábitos y la confianza en nosotros mismos. Normalizamos la realidad. Si estamos recluidos, encontramos los aspectos positivos. Nos ofrecemos a ayudar a otros desde la serenidad y no desde el miedo; nos reímos de la situación y nos abrimos al aprendizaje.

6. Fin de la aventura. El coronavirus ha pasado y soy más fuerte. Esta crisis será historia, como todas. Vendrán otras, nuevos problemas, y eso significa que estamos vivos. Si hemos sido conscientes del proceso y hemos aprendido como personas y como sociedad, habrá valido la pena, a pesar de las numerosas pérdidas que hayamos tenido en el camino.

Las fases descritas no son lineales, pero sí progresivas. Hagamos real conciencia.





6 visualizaciones0 comentarios

Entradas recientes

Ver todo
bottom of page